Cuentero Quemao: Ganas y no amor

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Cuando descubrió a su novio haciéndolo con su prima sintió que su cabeza explotaría pero no los interrumpió, prefirió verlos.

Odiaba inventar tantas historias pero esos eran los mejores sesenta minutos de su semana, la deseaba y su psicóloga a ella.

No volvió a tener sosiego, no soportó saber que aquel plomero la hacía gemir hasta quedar ronca y a su esposo apenas lo sentía.

Supo que había recaído cuando se descubrió mojada espiando a su hijo mientras se bañaba.

Era muy fea y no sabía qué decir, optó por hablar de la diversidad y que hay público para todo: "fíjate en Lady Gaga", le dijo.

Al enterarse decidió llamar a su exnovio para amargarlo pero él también estaba esperando y eran gemelos, perdió otra vez.

Allí quiso q naciera muerto, se sintió culpable y triste de que su deseo de recibir flores fuese mayor que el de ser madre.

El sabía que aquello fue algo de una sola vez, pero quería más y le envió un mensaje... recibió respuesta pero de la esposa.

Para olvidar aquel frío comenzó a cantarle al oído como lo hacía cuando era bebé y sin terminar la canción notó que se había ido.

Cuando su novio le presentó aquella belleza de pecas y curvas, odió que fuese su prima porque quiso morderle los labios en secreto.

Le dijo que no, que nunca lo haría, pero sabía que si se lo proponía de nuevo no sólo dejaría que pasara sino que lo amaría.

No durmió y en su cama se colaba el grito oscuro de esa madre que lo vió disparar la bomba lacrimógena hacia la cara del joven.

El sabía que sus vacaciones se acababan y no quería dejarla otra vez con su padre en aquel pueblo tan miserable y enfermo.

Se despertó agradeciendo que era temprano y pensó que debía bañarse antes que él llegara porque todavía sentía en ella su olor.

Soñó que dormía abrazándolo, como lo hacía cuando vivían juntos y no abrió nunca más sus ojos para no perderlo de nuevo.

Estuvo sentada junto a la cama de su madre, olvidándola, deseando que nunca hubiera conocido el alcohol, reviviendo aquel odio.

Mientras lo probaba, excitado, sudando frío y sintiendo su boca seca, sabía que no "experimentaba" sino que ahí comenzaba todo.

Escucharlo al fin decir que sí lo amó y que aún lo hacía, luego de tanto tiempo, le hizo entender cuanta lástima sentía por él.

Al sentir aquel golpe recordó triste la frase de la película: "no se es alguien porque se está, sino porque alguien te piensa".

Nunca lo creyó capaz de hacer eso, ni cuando lo descubrió criando cucarachas, debían equivocarse, imposible que fuera su hijo.

Se subió al borde, cerró los ojos y se dejó caer, sin miedo, ese lo dejaba atrás, junto con el embarazo y su padre. Se vengó.

Estuvo tan triste al ver el esqueleto de aquel unicornio, que decidió revivirlo y lo hizo invisible para poder protegerlo.

Aún queriendo escribir diferente, todo resulta en drama y sentimiento, justo como sé que no te gusta.

Esa noche era diferente, sus ganas le robaban el sueño y aún sabiéndose vigilada, siguió hasta empaparse gritando en silencio.

Le preguntaron de nuevo si mentía, él molesto gritó que no, pero sabía que sí lo hacía y eso le excitaba aún más.

Nunca pudo dormir boca arriba, menos si hacía calor y no entendió cómo sus hijos no pensaron en cremarla, los odió por eso.

No hizo caso y se fue por el callejón, pensaba que si aparecía alguien, aún la Virgen, le clavaría aquel bastón entre los ojos.

Entregada le susurró al oído: "hazme tuya, poséyeme", él ni siquiera inventó una excusa: "¡Fea todavía pero bruta no, Vete!".

Lo llamó como por impulso y luego no pudo dejar de pensarlo, entendió que sólo quería escuchar su voz, que lo deseaba de nuevo.

Fue una tarde inusual, estuvo queriendo robarle un beso y sabía que estaría doblemente mal, así que sólo sonreía y soñaba.

Hablaba con todos, quizás sin malicia, pero él era el único que no le escuchaba realmente porque estaba absorto con su sonrisa.

Ganas y no amor

miércoles, septiembre 23, 2009

Rodney Gardie

Si me voy, sabes que te llevo conmigo,
tú no te quedas y aún así me quedo contigo,
si me dejas, seguro estoy que no te olvido,
porque es tu silencio el que invade y abandona sin sentido.

¿Por qué no podemos decir adiós?
¿Por qué nunca es posible entre los dos?
Aunque ya no me sientas
y ni importa que no entiendas:
mi amor, nunca seremos menos que dos.

Por eso en tus mañanas rápidas me extrañas,
Es así como mi olor transpiras lento
Las lágrimas que hoy dejas, las veo y no me llegan
Por eso y porque jamás pides perdón,
Lo sé y también lo sabes, Tú: mi amor.

Hace tanto que me fui, y aquí te tengo, corazón
apareces y te quedas, yo me entrego sin razón,
Y otra vez entre tus rejas, en tu abrazo, en tu olvido
ya en tu silencio no hay castigo, no hay sabor.

¿Por qué no podemos decir adiós?
¿Por qué nunca es posible entre los dos?
Aunque ya no me sientas
y ni importa que no entiendas:
porque, amor, siempre seremos tú y yo.

Por eso de madrugada tú me amas,
y no hay llanto que apague esta llama
Y todo lo que hoy sueñas, todo hasta mis ganas
son eso, sólo ganas y no amor...

Por eso en las mañanas cálidas me extrañas,
Es así como tu olor respiro lento
Las lágrimas que hoy dejas, las oigo y no me llegan
Por eso y porque jamás pides perdón,
Lo sé y también lo sabes, Tú: mi amor.

Posted in malpegao, poesía, romance

1 Response to "Ganas y no amor"

Richard De Vasconcelos C. dijo...: 5 de noviembre de 2009, 22:09; Qué se pudiera decir si te supieras la fuente de inspiración de algo así??...Yo mínimo haría plop!!..Es lo único que se me ocurre comentar. Me gusta mirar la vida de frente y a la cara, tal como es, aunque muchas veces me de hasta risa..Tú blog es tóxico!!..En buen sentido..Felicitaciones..y escribe mucho más!..No puede haber mejor catarsis.