Amor Masticado



Casi al final del rutinario almuerzo en el restaurante de arquitectura, Omar dijo que sí a la propuesta de Leonardo, según la cual lo mejor para ambos sería abrir su relación. Al volver a su escritorio en la biblioteca de la universidad, decidió como por inerte estupidez buscar en Google aquel término, lo que lo guió rápidamente al por demás sabio Wikipedia: “Una relación abierta o matrimonio abierto es una relación, unión libre o matrimonio respectivamente, donde ambas partes acuerdan tener permiso para tener relaciones sexuales fuera de la pareja, sin considerar esto como una infidelidad sexual.” ¿Qué esperaba leer? El mismo no lo sabía, obviamente nada distinto a eso, porque estaba muy claro de lo que le había planteado su hasta entonces exclusivo y supuestamente monógamo novio: que tiraran con otras personas sin reproches ni conflictos. 


Seguía aturdido, atragantado con la idea de compartir sexualmente a su pareja, no estaba seguro de si toda aquella conversación era cierta, hasta pensó absurdamente que se trataba de un juego tonto de Leonardo. No lo volvió a llamar, no le escribió ni un mensaje en toda la tarde. No lo estaba ignorando porque para eso hubiera hecho falta que Leo le hubiera buscado y él no le hubiera respondido, fue otra cosa, no lo supo pero se estaba ignorando a sí mismo. Trataba de pensar con algo de coherencia porque de repente su vida ya no era tan ideal, pero se rehusaba a llorar, él era muy ecuánime y sabía que no resolvería nada con descontrolarse. Así se le fue la tarde y seguía en blanco, o más bien en negro, porque lo que llenaba su cabeza era la idea oscura y por demás triste de encontrarse tan enamorado solo, como al final se terminó sintiendo.


Leonardo había sido tan claro, despreocupado y hasta cruelmente amoroso al proponer el tema mientras esperaban el postre, que Omar no tuvo ninguna oportunidad de reaccionar honestamente y refutarle la idea, sólo llegó a sentir un incipiente miedo que lo llevó a aceptar sin entrar en aguas profundas, como si lo hubiese estado considerando de siempre, como si fuese algo muy común entre las parejas ese revés en las condiciones de la relación, algo parecido a cambiar de canal cuando un programa te aburre, se cambia y listo, no se arma gran alboroto al respecto.


El miedo durante aquella conversación fue fugaz, no se permitió más que tener algunas imágenes de lo que significaba aquel polémico estatus de “en una relación abierta”, inexplorado hasta entonces incluso en el popular pero no tan sabio Facebook. En el único momento en que se permitió ser inquebrantablemente inocente fue en ese breve recorrido de su mente, todo para no poner en riesgo su relación, sintió que podría con todo pero no con perderlo. Imaginó a su novio diciendo que estaba en una relación muy libre, repitiendo ante diferentes personas que él tenía novio y que eso no lo ataba a nada, que lo que lo ataba no era ese título sino sus ganas y su amor. Pero Omar no era para nada inocente, sabía perfectamente lo que significaba aquello, pero su mente lo auxilió negando las consecuencias de aquella propuesta. Se engañó y actuó natural ante el tema. Aceptó pero sabía, no tan en el fondo, que estaba en una estación nueva, donde debía decidir si se mantenía a bordo con Leo o si se bajaba para tomar otro vagón.


Su razón estuvo invadida por preguntas, cada una más despiadada que la otra. Creaba supuestos dramáticos y tristes, para desbaratarlos con otros más dramáticos y aún más tristes: Su novio de dos años ya no lo deseaba como al principio, estaba aburrido del sexo con él, ya no lo quería igual, le gustaba otro, estaba enamorado de otro, le gustaban otros, no estaba enamorado de nadie, no lo amaba, nunca le había gustado realmente, no quería a nadie más que a sí mismo, nunca lo había amado. Se paseó por todos los escenarios y ante cada uno se torturaba con una solución que no lo hacía feliz. Haría más ejercicios y cambiaría su estilo para volver a gustarle como antes, trataría nuevas posiciones y situaciones en el sexo para emocionarlo de nuevo, lo llenaría de detalles para volver a enamorarlo, lo reconquistaría, cambiaría drásticamente para ser más sexual e interesante, le demostraría que nadie lo iba a desear más que él y nadie lo querría tanto como él. Pero todo le llevaba a la conclusión de que estaría rogando por amor y eso le dolía de formas que no había sentido antes.


Luego de llegar a su casa y bañarse los pensamientos, decidió llamar a Leonardo y aclarar aquella situación, que aunque se suponía clara, lo era sólo superficialmente, pues apenas y lograba cubrir la mugre emocional en la que se había convertido todo el romanticismo que, semanas atrás, los había llevado de tour por Europa para celebrar su segundo año como pareja. Sólo le aterraba el no estar suficientemente listo para hablarle, pero igual lo hizo.


Saludó, naturalmente afectuoso y rápidamente rompió el velo de aquellas dudas y le preguntó a Leonardo si realmente lo que quería era tener relaciones con otros y si no le importaba ni un poco que él se acostara con otros tipos también. Leo le respondió, con la misma despreocupación y naturalidad del mediodía pero incluso más amoroso, que no se enrollara tanto con el tema, que él sabía que al principio no sería fácil pero que creía que siendo honestos y claros, preocupándose sinceramente el uno por el otro, podrían llegar a manejar el tema sin generar problemas ni causar daños uno al otro. Le explicó que él sentía que realmente lo amaba y que no tenía ningún reproche ni carencia respecto a su desempeño sexual, pero que tenía que ser sincero y decirle que sentía ganas de tocar a otros, de estar con otros, que no quería engañarlo y serle infiel, pero que tampoco podía negarse a su naturaleza, pues quería hacer muchas cosas y no quería limitarse ni limitarlo, que tratara de entenderlo y que se permitiera experimentar. En este punto, Leonardo se tornó hasta empalagoso aclarándole que sólo él existía en sus sentimientos y que no dudara de su amor, que nunca le abriría sus sentimientos a nadie más, que lo físico era sólo eso y no trascendería, pero que lo que ellos sentían era real y profundo, que abriera su mente y se permitiera vivir libremente su sexualidad, así como se permitía comer lo que le provocaba, practicar el deporte que se le antojara y disponer de su tiempo como quisiera, sin que nadie le impusiera barreras tontas, mucho menos límites moralistas pasados de moda, que confiara en él y que lo quisiera, que intentara superar lo físico y sobreponerse a los prejuicios. Culminó diciéndole “Amor, es como si estuvieras frente al mostrador de un kiosco y ves todos los sabores y marcas de chicles, aunque tengas un favorito, no tiene nada de malo de vez en cuando probar uno diferente”.


Omar le escuchó atentamente, se calló un momento y le respondió con voz entre resignada y nostálgica: “Sin importar el sabor ni la marca, los chicles son muy ricos al principio, se mastican por un rato y en el mejor de los casos terminan en la basura, pero generalmente cuando cansan y no saben a nada, se escupen al suelo y terminan pisados por otros. Y yo, Leonardo, amor, no soy chicle, tu teoría no me sirve, mejor dejémoslo hasta aquí, adiós.”

11 Response to "Amor Masticado"

Anónimo dijo...

Esto es tan autobiografico pero en un 50%. En mi caso yo fui quien propuso lo de abrir la relación. Lo hice por un miedo horrible a quedarme solo, él siempre me comentaba "Yo a ti te amo y te estaria montando cachos si mantengo una relación paralela pero si tiro con alguien tipo casual no entra dentro de unos cachos" y eso se me quedo grabado, tanto así que fuí yo quien le propuso integrar terceros a la relación. Y así hicimos, la verdad lo disfrutabamos pero nunca me llegue a sentar y preguntarme por qué razón yo propuse eso sino despues de terminada la relación.
Al final hice el ridiculo porque la intención era mantenerlo conmigo pero él decidio buscarse a otra persona. ya despues de 3 semanas de llantos, pensadera y tortura supere el guayabo... Y es que tenia que hacerlo, me restregaba por todos lados lo feliz que estaba con su nueva conquista!!!
A diferencia de mi caso con tu escrito es que nunca tuve el valor de decirle "Ah, te gusta andar tirando por ahí como si nada? Entonces chao" Me fui por el peor de los caminos!!!
Gracias por tus escritos, siempre dejan apredizajes, eso me encanta :)

D.

Rodney Gardie dijo...

Qué fino que te gustó, pero que chimbo lo que te pasó... la verdad yo no creo que haya una posición correcta para cada situación, así como tampoco juzgo a la gente por sus gustos, total que en la diversidad es que se enriquece nuestra vida. Además, pienso que todos debemos ser siempre honestos y justos, principalmente con nosotros mismos...Hay a quienes una relación abierta les funciona y les gusta y quienes buscan exclusividad en su relación, lo que no se puede es estar en algo en contra de uno mismo...
(jajaja parezco Carlos Fraga)
Saludos!
Rodney

Anónimo dijo...

Sencillamente genial... Removió ciertas cosas que aun hoy duelen un poco, cuando se quiere a alguien de verdad y ocurre una situación como esa, la solución no es otra sino el adiós, sobre todo cuando una relación desde el principio tiene los puntos establecidos, quien es monógamo nunca podrá estar en una relación abierta pues si llega a estar con otras personas lo haría por despecho y el dolor de saber que su pareja lo está haciendo con otros. Tal vez habrá alguno que le agarre el gusto, en la humanidad hay para todo, o el otro caso es que acepte y se aguante el que su pareja este con quien quiera mientras él/ella se queda a pensar en con quien estará su pareja y terminará no solo con el amor sino también con el corazón masticado. En una sola palabra Excelente!!!

Rodney Gardie dijo...

GRACIAS !! !
Pues es muy bueno estar claros en que no es saludable hacer lo que no se quiere, lástima que a veces lo aprendamos de la peor forma...
Saludos
Rodney

Dave dijo...

Como dice Rodney, no hay una forma correcta de hacer las cosas, pero a mi parecer Omar es muy mojigato. si él realmente no quería la cosa, podría haberle dicho a Leo que no quería una relación abierta, que quería ser exclusivo y que si Leo aceptaba, seguían igual... Pero el extremo de "entonces, chao" no es para nada lo que Omar quería. Eso pasa por irse directamente con lo emocional sin dar un tiempo de plantear las cosas y hablar.

Rodney Gardie dijo...

Muy cierto! Hace falta siempre full comunicación y honestidad... en todo! PEro bueno, qué le vamos a hacer si Omar no pudo con el tema? :-)

Anónimo dijo...

Siempre he tenido ganas de plantearle eso a mi novia,pero de tan sólo pensar que otra mujer le ponga un dedo encima me parte los ovarios. Imagino que ella pensaría lo mismo si otra chica lo hace conmigo. Después de casi 3 años de relación, es obvio que todas esas preguntas que Omar se hizo van a llegar a nuestras mentes también y sabes por qué? porque siempre hay alguien que quiere más en la relación y es inevitable pensar en el "ya no me desea" y los sentimientos siempre estarán presentes...
Yo mejor me quedo monógama y me evito problemas a futuro. Muy buen relato ;)

Anónimo dijo...

Es que si Omar hubiece aceptado esa propuesta tan absurda siento que mandaba a blokear este blog jeje!!!
"La vida se trata de retos" como bien me lo dijeron hace un par de dias! pero tambien se trata de amor y autorespeto...valoracion y admiración..y no por esto hay q aceptar propuestas q agredan los sentimientos propios y/o todo aquello q en algun momento se sembro y se demostro..y no quiere decir que se deba esperar q te retrobuyan el amor pero es la unica forma de sentir y darse cuenta q el amor es mutuo..y aceptando ese tipo de propuestas q para mi pensar son absurdas, q para mi pensar en un simple y disfrazado "YA NO TE AMO" es aceptar tu autoinfelicidad!!
Seamos felices con quien queremos y con quien nos quiere y cuando ya no es mutuo es mejor apartarse y siempre viene alguien mejor q el anterior q te demostrara lo q realmente vales!!
BESOS! =)
Astrid Durán!

Anónimo dijo...

Jajaja... Me encantó el título, quedó muy bueno eso... Y apoyo todas las posiciones. Lo importante es estar claro con uno mismo para poder estar claro con el resto... Si te gusta la relación abierta, tenla pero si y sólo si la otra persona también quiere eso... Obviamente no es tan fácil como se dice porque es un tema tabú que genera mucha polémica, sin embargo, todo se consigue... Yo me voy por la monogamia, y aunque es absurdo pensar en la utopía de que sólo una persona podrá despertar el deseo sexual de otra persona y que el resto del mundo se anula automáticamente después de empatarse con alguien, todo radica y depende de la decisión personal y la esencia de cada quién... La lealtad es posible y puede dejar de ser intangible cuando se ama de verdad...

Excelente historia que genera reflexión...
Cuentero: Sós, un exitazo...
1,2 y 3 veces agradecido...

Unknown dijo...

Este está mundial! Siempre debemos ser fieles a nuestra verdad y al camino que escogimos para nuestro proyecto de vida y asi no terminar "llevandose por los cachos a los demás" y hacerse daño a uno mismo también...

De Cervantes: La falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde.

Anónimo dijo...

Terminas de una manera peculiar tus cuentos... es como si te diera ladilla seguir escribiendo. Simplemente adios, chao, bye sayunara... Te fajas con el contenido pero el final mi pana... no se, a mi no me agrada... Serias bueno creando novelas, pero no les pongas esos finales tan cortados xD o bueno si! (siempre hace falta algo de incoherencia en la vida). Adios

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